ANTECEDENTES

Nací en Long Beach el 2 de marzo de 2002. Mi familia vivía entonces en Buena Park y asistía a la iglesia de San Ireneo, donde me bautizaron. Mi padre, ingeniero médico, y mi madre, enfermera, se mudaron a Mission Viejo en 2005 junto con mis dos hermanas mayores, mi hermano mayor y mi hermano pequeño, donde empezamos a asistir a la iglesia de la Santísima Trinidad. Asistí a Mission Viejo High School y me gradué en 2020 (aunque, a través de un zoom ceremonia de graduación). Asistí solo a la Santísima Trinidad durante los últimos años antes de entrar en el seminario, donde he ayudado a la parroquia como simple acomodador y otras veces como lector, normalmente en las misas diarias.

¿Cuáles son algunos de los factores que te llevaron a tomar la decisión de entrar en el seminario y discernir la cuestión de la vocación al sacerdocio?

El factor más importante era pasar un tiempo íntimo con Nuestro Señor, ya fuera a través de la oración o delante del Santísimo Sacramento. Sentí paz y escarbé en ese sentimiento donde descubrí una pregunta clara: “¿Seguirás a Nuestro Señor hasta el calvario?”. Sabía que estaba llamada a la perfección y a la entrega total a la voluntad de Dios. En mi rendición surgió una pregunta recurrente que comenzó cuando tenía 7 años que era el sacerdocio de Cristo.

¿Quiénes son algunas de las personas que influyeron en su decisión de ingresar en el seminario? ¿Qué es lo que le ha ayudado de ellos?

Mi principal influencia fue mi pastor en la Iglesia de la Santísima Trinidad, que tenía un corazón pastoral que cualquiera podía ver. El amor entre el sacerdote y la congregación era un amor nuevo que no había entendido del todo antes, aunque ciertamente lo notaba. Rezando el uno por el otro, mientras él me ofrecía dirección espiritual, adquirí un amor más profundo por lo que significa el sacerdocio, un corazón elegido por Dios que lleva el amor de Dios a la gente corriente…

Describa el momento en que supo que quería dar los siguientes pasos para ser sacerdote.

El momento más claro que tuve en el que supe que tenía que dar el siguiente paso para solicitar el ingreso en el seminario fue cuando rezando el rosario de la Virgen llegué al quinto misterio gozoso, el hallazgo de Nuestro Señor en el templo. Rezando esa década sentí una quietud total al pensar en Jesús dejando a su familia para hacer el trabajo de su Padre, debatiendo con los eruditos en el templo. Fue entonces cuando supe que tenía que dar el siguiente paso para hacer la obra de mi Padre Celestial y solicitar el ingreso en el seminario.