ANTECEDENTES

Crecí en Huntington Beach pero acabé mudándome a la ciudad de Orange alrededor del tercer grado. Crecí con dos hermanas y un hermano. Al final me licencié en la Universidad de Irvine y trabajé unos años antes de entrar en el seminario. No participaba mucho en la pastoral parroquial, ya que nuestra familia solía ir a misa los domingos y marcharse después.

¿Cuáles son algunos de los factores que te llevaron a tomar la decisión de entrar en el seminario y discernir la cuestión de la vocación al sacerdocio?

Quería morir sabiendo que había vivido una vida con sentido y sentía que esa era la dirección que Dios había elegido para mí. Tenía la sensación de que había alguien que me conocía desde hacía mucho tiempo y yo había conocido a esa persona, pero estaba bastante lejos de ella, y el camino del seminario era mi camino de vuelta. Mi decisión de entrar en el seminario fue muy nostálgica, porque sentía que estaba en el camino de vuelta a casa, a un lugar que siempre había conocido.

¿Quiénes son algunas de las personas que influyeron en su decisión de ingresar en el seminario? ¿Qué es lo que le ha ayudado de ellos?

Mis padres, en primer lugar, por formar los cimientos de mi vida como persona y como católico.

Describa el momento en que supo que quería dar los siguientes pasos para ser sacerdote.

No diría que hubo ningún paso que supiera con certeza, porque a cada paso tenía algunas dudas. Fui paso a paso, pero cada paso importante solía deberse a algo que un sacerdote me decía o me animaba a hacer.